Los peregrinos a Santiago de Compostela recogían las vieiras para beber confortablemente en los manantiales y ríos y así saciar su sed en el camino. Con el tiempo se fue convirtiendo en un símbolo del ser en estado de peregrinación. Nutrirnos cada día de contenido que nos acerque a la mujer/hombre que deseamos ser es una muestra de autoestima.