Asociación Buscadores de Plenitud

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Asociación Buscadores de Plenitud  CRÓNICA DE UN VIAJE A LOURDES EN 18 APARICIONES. 8va. Aparición.
Como siempre, espero todo de la vida y me he dado cuenta que en el título que puse a estas crónicas he estipulado 18 entradas (la misma cantidad de apariciones en Lourdes de la Virgen). Ya dirá Dios si mis ambiciones, sin pensar, se concretan. Hoy vamos por la numero ocho.
Como dije en la anterior, llegué a la gruta que es el lugar más importante del Santuario. Escuché misa, seguí llorando de gozo y agradecimiento y comulgué. Pero la Virgen no me dejó hacer "tienda". Como si de hormigas en el trasero se tratara y, a pesar de desear quedarme, pues me sentí movido a levantarme y caminar. A pesar que, inmediatamente, encontré cosas para detenerme a contemplar, pues seguí caminando sin saber a donde. Continué el curso del río y cruce al otro lado. Caminé mirando edificios, árboles, colinas y a la gente que llenaba el lugar, hasta que me dirigí a una pequeña edificación. Cuando llegue a ella un cartel rezaba "Capilla de la Adoración". Entré para ver de qué se trataba. Pues era la capilla "literalmente" para adorar al Santísimo expuesto. Saludé pero me quede un minuto ya que la gente entraba y salia constantemente. Cogí, sin saber, una escalera hasta que llegué a una puerta superior donde un cartel comunicaba que era un lugar donde hacer una adoración por "más tiempo". Era la parte superior de la misma capilla. Había poca gente, todos estaban con su mirada en el santísimo y en estricto recogimiento. Allí monte "mi tienda". Las "hormigas" desaparecieron.
Las oraciones de intercesión que venia a hacer en Lourdes encontraron su espacio para comenzar a fluir.
Como "siempre" María me llevó hacia Jesús!.


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