Asociación Buscadores de Plenitud

Vivir es un compromiso de nosotros mismos



Asociación Buscadores de Plenitud Desear y necesitar se confunden en nuestra percepción de la vida diaria y, cuando no se distinguen, se fusionan trayendo caos y ansiedad. Conocer esta Distinción eleva nuestra calidad de vida.

Cada una de nosotros  tenemos nuestras propias estrategias meta-cognitivas, esto es, los diversos recursos de que nos servimos los seres humanos  para planificar, gestionar y evaluar nuestro desarrollo y aprendizajes en las situaciones de la vida.

Por lo cual en el desarrollo personal es muy importante comprender este mecanismo de estructuras e ideas, casi inconscientes, que actúa en automático dentro nosotros

Existen terapias específicas como el coaching o la psicología que trabaja directamente sobre nuestros esquemas meta-cognitivos  enseñándonos a modificarlos, nutrirlos e incorporar nuevos hábitos de formas de pensar y de interpretar las emociones, pensamientos o hechos que vivimos.

Los terapeutas no trabajamos sobre lo que piensa o siente nuestro cliente (aunque así parezca a veces) sino en el cómo es que piensa, cuál es la estructura que sostiene su manera única de pensar o de sentir y los pensamientos en sí. El objetivo es que sea el cliente quien gestione esa estructura para potenciar y mejorar su experiencia ontológica de la vida. Una estructura que nos lleve a pensamientos o emociones que sean facilitadores dentro de nuestra vida manteniéndonos, al mismo tiempo, en equilibrio en las fluctuaciones de lo externo o de lo interno.

 Las distinciones están  orientadas no tanto en saber qué pensamos si no que trabajan más atrás,  en el cómo estamos observando lo que sucede, sea una emoción,  un pensamiento o un hecho externo a nosotros. También  cómo es que estamos comprendiendo e interpretando  esta realidad.

En la vida se nos presenta un reto, Nuestro reto no está en pensar más sino en descubrir de qué forma estamos pensando y desde qué lugar estamos haciéndolo.

Los beneficios de las distinciones son variados. Nos sirven para aprender a ver las cosas de forma diferente y al cambiar el modo de observar se generan oportunidades.

Por ejemplo: Deseo y necesidad. ¿Qué es un deseo? ¿Qué es una necesidad? Donde radica sus diferencias? Recordemos que nuestros planes de acción, nuestros objetivos,  serán efectivos si se apoyan en esta comprensión.

El tratamiento y la gestión para solventar una necesidad no es el mismo tratamiento o gestión para un deseo.

Tomarlos como sinónimos solo a acarrea frustración, auto exigencia, ansiedad y mas costes innecesarios de vivir.

Los seres humanos conocemos el dolor y las cargas que acarreamos. Son las distinciones las que nos ayudan a traspasar este dolor y pasar a la acción. También ayudan a reflexionar, a eliminar creencias limitantes o etiquetas y crean realidades nuevas a través de un lenguaje más positivo.

La necesidad nos moviliza hacia planes de acción orientados a conseguir las cosas imprescindibles para vivir física y emocionalmente. Las necesidades forman parte de la naturaleza humana.

Los deseos nos movilizan hacia planes de acción orientados a conseguir las cosas que queremos tener con el objetivo de sentirnos mejor. No forman parte de la naturaleza humana al haberle agregado un valor subjetivo.

Si os resuena como similar no os dejéis llevar por las apariencias.

Una distinción básica es: aquello que deseamos no es imprescindible para vivir. Aquello que necesitamos, se nos va la vida en ello.

Si nos resuena similares recordad que dependerá de valores y categorías que nosotros le damos a las cosas.

Hay personas que desean una pareja, que la necesitan y consideran que esto es imprescindible para vivir, pero la realidad es que se puede vivir sin pareja.

Lo mismo con el coche, un nuevo trabajo, una familia diferente etc

Otro ejemplo se da con la compra de un abrigo: Podemos comprarlo por la necesidad de no pasar frio o el deseo de un reconocimiento social a través de una marca, un color determinado, etc

Para lo primero, cualquier abrigo es adecuado. Para lo segundo donde hay un valor y una categoría que se suma a la elección, cualquier abrigo no nos sirve.

Cada persona da un valor a lo que desea y eso influye en si le es más fácil o menos fácil conseguirlo. Este valor que añadimos es cuestionable.

Conseguir un deseo no puede traer más bienestar de vida conforme a la importancia que le damos para nuestro bienestar, pero son las necesidades las que nos traen el simple bienestar de estar vivos NO SON CUESTIONABLES.

En el deseo entran en funcionamiento sistemas de valoración culturales, de marketing, económicos y muchos más.

Por ejemplo: la base del marketing es coger una necesidad y convertirla en deseo hacia un producto determinado a través de miles de técnicas aplicadas que influyen en nuestras decisiones.

Pero no solo esto influye sino las disposiciones personales (los recursos o carencias internos de cada persona), la educación familiar, los sistemas educativos, las creencias personales, las valoraciones personales, etc

Gran inconveniente encontramos aquí si ese deseo lo convertimos en necesidad. Cabe la posibilidad de llegar a lugares que no necesitábamos ir.

Una frase que a mí me gusta mucho es: el que no sabe lo que quiere llega donde no quiere

Abraham Maslow  ha sido un psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores de la psicología humanista nos habla de las necesidades del ser humano.

Las ha clasificado en su conocida pirámide de Maslow colocando en la base las necesidades fisiológicas, seguidas de seguridad,  sociales, de estima – reconocimiento y, finalmente en el vértice superior de la pirámide, la autorrealización.
Trabajar en nosotros la distinción DESEO – NECESIDAD solo puede llevarnos a ejercer nuestra voluntad de forma mas libre, conociendo estos valores añadidos a nuestras necesidades y evaluar con plena consciencia: ¿Qué necesito? ¿Qué deseo?

Herramientas como preguntarnos: ¿me gusta pensar así?  ¿Necesito liberarme de esta forma de interpretar? ¿Del beneficio secundario que me trae este pensamiento o comportamiento?  ¿Estoy dispuesto  a afrontar el coste que despegarme de un beneficio? ¿De qué forma construyo una planificación para llevar a cabo estos cambios que deseamos realizar? Como verán, la dirección de este tipo de preguntas analizadas en un proceso de coaching ontológico, solo puede derivar en buscar y encontrar nuestro propio poder.

 

Existen diferentes formas de vivir una situación y  de poder integrarla en nuestro ser.

 El coching ontológico apunta aprender a nombrar las realidades desde una nueva manera, encontrar nuevos recursos para que podamos decidir quién queremos ser y a dónde queremos llegar. De esta forma construimos nuestra propia definición de una vida feliz.

 Las distinciones son  una posibilidad de cambiar, una posibilidad de acción diferentes.


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