Asociación Buscadores de Plenitud

Vivir es un compromiso de nosotros mismos



Asociación Buscadores de Plenitud Louise Lynn Hay,  Fue una escritora y oradora estadounidense, considerada una de las figuras más representativas del movimiento del Nuevo Pensamiento y una precursora de los libros de autoayuda.

Ejerció inicialmente como modelo de alta costura durante los años 1950 y 1960. En 1976 publicó su primer libro, Sane su cuerpo, que hablaba de las principales enfermedades y su probable causa psicosomática. Esta lista fue ampliada y extendida en su libro oficial, Usted puede sanar su vida (1984), que se convirtió en un éxito y para 2008 seguía en las listas de superventas de Estados Unidos.

​ Además de fundar un instituto de enseñanza, estableció una fundación y la editorial Hay House, que publicó varios trabajos de autores como Deepak Chopra, Wayne Dyer, entre otros.

Difundió programas de terapias alternativas y colaboró activamente con enfermos afectados por el sida. Su experiencia de vida la llevó a efectuar múltiples conferencias, seminarios y apariciones públicas, ofreciendo consejos para combatir los temores y las causas de los malestares de la gente.

 Sus padres se divorciaron cuando apenas contaba con un año y medio.​ A partir de ese momento, la madre de Louise debió trabajar como empleada doméstica y su hija quedó a cargo de una familia amiga. Posteriormente, su madre volvió a contraer matrimonio, esta vez con un hombre violento, y tuvo otra hija. Su infancia estuvo marcada por la pobreza, la inestabilidad y los abusos físicos.

Cuando Louise cumplió cinco años, fue violada por un vecino alcohólico, al que se condenó a 15 años de prisión.

Hay luego recordaría: «... como a mí me repitieron insistentemente que "la culpa era mía", me pasé muchos años temiendo que cuando lo dejaran en libertad vendría a vengarse de mí por haber tenido la maldad de enviarlo a la cárcel».

Apenas cumplidos los 10 años, su padrastro comenzó a maltratarla y abusar sexualmente de ella. En 1941, Louise decidió huir de su casa y comenzar a trabajar como camarera, labor que calificó como «más llevadera» que todo lo que había padecido anteriormente. Se entregaba sexualmente a aquel que le demostrara un poco de atención, un único motivo por el cual quedó embarazada con 16 años y, al dar a luz, dio en adopción a su bebé a una pareja sin hijos.  En 1950, regresó a su casa para llevarse consigo a su madre y buscarle un empleo como encargada de la limpieza en un pequeño hotel.

Poco después, se asentó con una amiga en Chicago, donde cumplió labores domésticas hasta que obtuvo un trabajo como modelo de alta costura en Nueva York para diseñadores importantes de la epoca.​ Mientras incursionaba en la industria de la moda, conoció a un empresario inglés, Andrew Hay, con el que se casó en 1954. Lo definió como un «caballero encantador y educado»​ y su relación le permitió desarrollar su carácter social en múltiples eventos presidenciales y de la realeza.​ Sin embargo, en 1968, luego de 14 años de matrimonio, su esposo la abandonó por otra mujer. «Fue precisamente cuando yo estaba empezando a creer que las cosas buenas podían ser duraderas. Sí, fue un golpe aplastante. Pero el tiempo pasa, y sobreviví», relató.

​ Louise Hay jamás volvió a contraer matrimonio.

En 1970, para sobrellevar su baja autoestima, comenzó a inclinarse por prácticas espirituales tales como la meditación trascendental y asistió regularmente a los servicios dominicales, reuniones y clases de la Ciencia de la Mente (la Iglesia de la Ciencia Religiosa), donde estudió que «los pensamientos y las palabras son creadoras de nuestra vida, que cada uno es responsable de sus propias experiencias y que puede cambiar su vida si modifica su modo de pensar, escogiendo y prestando atención a las palabras que utiliza».

 En 1972, se convirtió en ministro y en una oradora popular de Ciencia de la Mente, además de iniciar sus estudios en la Maharishi's International University, en Iowa.

De regreso a Nueva York, continuó con los cursos de formación de la Ciencia de la Mente y participó activamente en actividades sociales. Varios años después, analizando las dolencias y problemas de sus clientes, comenzó a relacionar y estudiar las causas psicológicas y espirituales con la aparición de las enfermedades, lo que la llevó a realizar una guía referencial que detallaba las causas mentales de las dolencias físicas. Fue así como en 1976 publicó “Sane su cuerpo”, una lista de causas metafísicas de enfermedades con pautas de pensamientos positivos para revertir las patologías que fue traducido a 25 idiomas.  A partir de entonces, comenzó a dar conferencias y clases a lo largo de Estados Unidos. Ahí aseguró, al igual que todos sus pares, que «la aceptación de uno mismo resuelve cualquier tipo de problema». Incluso, comprobó que cuando sus clientes comenzaban a apreciarse y respetarse a sí mismos, el problema por el que habían acudido a ella desaparecía prácticamente.

​Cabe mencionar que su filosofía siempre estuvo y ha estado basada en la filosofía del Nuevo Pensamiento y la Ciencia de la Mente, lo que ella misma afirma en sus libros y en entrevistas.

Posteriormente, fue diagnosticada con un cáncer de útero, experiencia sobre la cual comentó: «Como a cualquiera que acaban de decirle que tiene cáncer, fui presa de un pánico total».  ahí relató que, en su opinión, el cáncer solamente era la manifestación externa de un profundo resentimiento que «devoraba» el cuerpo, por lo que decidió no operarse ni someterse a ningún tratamiento médico y convenció a su médico de posponer la operación durante tres meses.​ Se sometió a tratamientos naturales como la reflejoterapia y la terapia del colon, realizó una dieta específica para liberar toxinas y acudió a un psicoterapeuta especialista en expresar la rabia. Averiguó cómo había sido el pasado de sus padres — Ella consideraba que todos son «víctimas de víctimas»— y descubrió que ellos también habían sido maltratados de pequeños, por lo que llevó a cabo un trabajo personal para liberarse del resentimiento que albergaba hacia las personas que abusaron de ella y la maltrataron de pequeña, especialmente su padrastro, su vecino y su madre, hasta que pudo sentir compasión por ellos.

La palabra «incurable», tan aterradora para tantas personas, para mí significa que esa dolencia, la que fuere, no se puede curar por medios externos, y que para encontrarle curación debemos ir hacia adentro. Si yo me hacía operar para librarme del cáncer, pero no me liberaba del modelo mental que lo había creado, los médicos no harían otra cosa que seguir cortándole pedazos a Louise hasta que ya no les quedase más Louise para cortar. Y esa idea no me gustaba.

Seis meses después de empezar su propia curación, afirma que el médico le confirmó que el cáncer había desaparecido completamente, sin haber recibido tratamiento de quimioterapia o cirugía, e incluso que aún guardaba el informe médico donde se muestra que permanecía libre de cáncer.

Cuando se recuperó en 1980, abandonó Nueva York para regresar a California, donde continuó trabajando. Ahí, inesperadamente debió hacerse cargo de su madre, enferma y anciana, después de una caída que le había generado una fractura de espalda.  En el otoño de 1984 relató: «Mi madre no había sido capaz de protegerme cuando yo era niña, pero ahora yo podía, y quería, cuidar de ella. Mi madre... está cada vez más fuerte y flexible. Le encargué un audífono... también conseguí convencerla de que se operase las cataratas en un ojo, y ¡qué júbilo fue para ella volver a ver, y para nosotras volver a ver el mundo con sus ojos!».

En 1984, publicó uno de sus libros más relevantes, Usted puede sanar su vida, donde explicó cómo lograr cambios a través de la eliminación de las creencias limitantes. El Dr. Bernie Siegel lo definió como «un libro excelente para reestructurar nuestra vida y alcanzar la autoestima y el amor propio».

Usted puede sanar su vida alcanzó la lista de best-sellers del New York Times y se mantuvo en ese puesto durante doce semanas consecutivas. Hasta la actualidad, se han vendido más de 50 millones de copias en 30 países a lo largo de todo el mundo.

Después del éxito de su libro, fundó su propia editorial, Hay House, que incluye a más de 130 autores, entre ellos Wayne Dyer, Barbara De Angelis,. También estableció la Fundación Hay y el Fondo de Caridad de Louise Hay, organizaciones sin fines de lucro que apoyan a diversas entidades, incluyendo aquellas relacionadas con el sida, las mujeres maltratadas y demás personas rechazadas por la sociedad. En 1985, Hay comenzó su grupo de ayuda, «Hay Rides», con seis hombres diagnosticados con sida. Para 1988, el grupo realizaba reuniones semanales con 800 personas y se había mudado a un auditorio en Santa Mónica, poco antes de que Hay publicara su libro SIDA: Un acercamiento positivo, basado en sus experiencias con este grupo.

El mensaje de sanación de Louise Hay fue motivo de muchos artículos en periódicos y revistas. Apareció con notable aceptación en El Show de Oprah Winfrey y su columna mensual, Querida Louise, figuró en más de 50 publicaciones de Estados Unidos, Canadá, Australia, España y Argentina. Incluso, los medios periodísticos australianos se refirieron a ella como «lo más parecido a un santo en vida».6​

En 2008, cuando contaba con 81 años, se estrenó la película Usted puede sanar su vida. En sus propias palabras, «es la historia de mi vida, mis enseñanzas, y cómo he aplicado los principios de mis enseñanzas a mi vida». El filme contó con la participación de Gregg Braden, Wayne Dyer, Gay Hendricks, Doreen Virtue y Esther y Jerry Hicks. Además, fue dirigida por el ganador del premio Emmy, Michael Goorjian.​ Por otra parte, en el mismo año Hay recibió el premio Minerva durante la Conferencia de la Mujer.

En septiembre de 2011, Hay y Cheryl Richardson publicaron su libro Usted puede crear una vida excepcional. En sus últimos años, a pesar de su avanzada edad, además de ofrecer conferencias por Estados Unidos y trabajar en su fundación, disfrutaba de la pintura, la jardinería y el baile en su casa de San Diego.

 Hay falleció de causas naturales en la mañana del 30 de agosto de 2017 en su casa de San Diego, a la edad de 90 años.

Norberto Ciciaro Villalba (Derechos Reservados)


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