Abadía12-03-2015
Publicado por: Norberto Ciciaro
Etiquetas: Espiritualidad
Habiéndome introducido 5 días en el silencio, no hay
palabras que puedan explicar el MISTERIO inmerso en esta nueva experiencia.
Encontrarme nuevamente en un monasterio de mi antigua orden; ir específicamente
a este monasterio donde se halla la tumba de Rafael (quien nutrió, con sus
escritos, mis años de noviciado); que me auto permitiera esta experiencia en
este tiempo especial en mi vida; que DIOS me estuviera esperando cual hijo prodigo;
que mi cuerpo, mente y espíritu respondiera con un SI, y al unísono, a
descansar en la quietud, la oración, la paz y el amor. No hay palabras ... solo
agradecimiento!